Miembros de distintas confesiones cristianas nos hemos reunido en el encuentro ecuménico de “El Espinar” (1-4 julio, 2019), para reflexionar sobre el tema “La fe y la Iglesia al servicio del mundo”.
Nuestro tema nos lleva a buscar siempre una mayor unidad entre las distintas confesiones cristianas; y ante los grandes desafíos del mundo actual, vemos también la necesidad de una mayor colaboración en nuestro servicio diaconal al mundo.
Por ello, proponemos este manifiesto sobre la necesaria diaconía ecuménica hoy.
- “La iglesia es un don de Dios al mundo en aras de su transformación para avanzar hacia el reino de Dios. Su misión es aportar nueva vida y anunciar la presencia amorosa de Dios en nuestro mundo”[1].
- Nuestra preocupación debe ser siempre la pregunta de “¿cómo podemos proclamar el amor y la justicia de Dios a una generación que vive en un mundo individualizado, secularizado y materializado?”[2].
- La misión de la Iglesia es predicar el Evangelio. Esto significa anunciar la venida del Reino de Dios; Es decir, realizar un reino de justicia, de amor y de paz.
- Hoy esta misión se realiza en contextos “plurireligiosos y pluriculturales”, dominados por el rey dinero que “amenaza la credibilidad del Evangelio. La ideología del mercado difunde la creencia de que el mercado global salvará al mundo mediante un crecimiento ilimitado”[3].
- “Este mito es una amenaza no sólo para la vida económica sino también para la vida espiritual de las personas, aunque no sólo la vida de la humanidad sino también de toda la creación”[4].
- Esta misión de la Iglesia es hoy especialmente difícil porque la Iglesia, como comunión de los discípulos de Cristo, debe ser una comunidad incluyente, siendo su razón de ser aportar sanación y reconciliación al mundo.
- En este sentido, debemos insistir en la efectividad de la transformación de nuestras vidas, de nuestras iglesias y del mundo. La diaconía (servicio) constituye una parte esencial de la misión de la Iglesia en el mundo.
- La espiritualidad diaconal es siempre transformadora desde los márgenes, porque “busca contrarrestar las injusticias en la vida”[5] , en la misma iglesia y , sobre todo, en el modo tradicional de ejercer su misión en el mundo
- La diaconía incluye toda acción encaminada a promover la curación y la integridad de la vida de las personas y de las comunidades amenazadas por estructuras violentas, deshumanizantes, causa de innumerables injusticias[6].
- La defensa y promoción de la justicia ya no es la prerrogativa exclusiva de instituciones políticas sino una forma de testimonio que insta al compromiso de las iglesias locales. Las iglesias deben ayudar a determinar las decisiones cotidianas que permitan poner fin a los abusos y promover los derechos humanos, la justicia de género, la justicia climática y ecológica, la justicia económica, la unidad y la paz. Su implicación en la vida diaria da a las iglesias locales legitimidad y motivación para luchar por la justicia y la paz en todos los rincones de nuestro mundo.
- Así pues, la Iglesia en cada contexto geopolítico y socioeconómico está llamada a servir (diakonia), a vivir concretamente la fe y la esperanza de la comunidad del pueblo de Dios, dando testimonio de lo que Dios ha hecho en Jesucristo. Sin duda, La diaconía, forma parte de la extensión y la realización del Reino de Dios entre nosotros.
Manifiesto de “El Espinar” (4 de julio, 2019)
[1] Nuestro manifiesto se ha inspirado en el documento del CMI Juntos por la vida. Misión y Evangelización en contextos cambiantes (5 septiembre, 2012). Las citas son de este documento, por ejemplo n. 10.
[2] n. 8.
[3] n. 7.
[4] n. 7.
[5] n. 38.
[6] Cf.nn. 50-54.