“EL AMOR DE CRISTO MUEVE AL MUNDO HACIA LA RECONCILIACIÓN Y LA UNIDAD”

La 11ª Asamblea del CMI reunida en Karlsruhe -alemania- del 31 de agosto al 8 de septiembre, se reunió bajo el lema “El amor de Cristo mueve al mundo hacia la reconciliación y la unidad”. La Asamblea ha reunido a 4.000 personas venidas de todo el mundo cristiano con su cultura, su raza, su lengua, su canto que han invadido la ciudad alemana. Toda la comunidad de Karslsruhe a colaborado para organizar eventos y dieron la bienvenida a todos los congresistas junto con su alcalde.

Prepararon servicios de oración, estudios bíblicos, reuniones de grupos, así como 70 excursiones de fin de semana por Alemania y Francia. Más de 200 eventos culturales tuvieron lugar en la propia ciudad.
Ha sido una Asamblea que ha optyado por una continuidad firmede lo que se decidió en la X Asamblea de Busan 2014, un claro compromiso social y recoger los frutos de los acercamientos doctrinales de los últimos años. No ha habido grandes novedades se ha secundado un camino ya trazado en las últimos veinte años. Ucrania ha sido el punto central porque enfrenta a ortodoxos a los dos bandos. La ortodoxia rusa envió su delegación pero intento pasar desapercibida. El Patriarca Kirill no puede bendecir ni justificar como si fuera una cruzada contra el occidente pervertido.

Desde hace más de 50 años el CMI denuncia el peligro que cambio climático
supone la supervivencia de la humanidad. Se recalcó que se acaba el tiempo pararemediarlo y que las Iglesias tienen que poner su empeño para cambiar las
mentalidades y dar un vuelco ecológico.
En el ámbito más estrictamente doctrinal, se han presentado dos estudios de fondo por parte de su organismo teológico Fe y Constitución. Uno es el resultado de la consulta universal del magnifico documento “La Iglesia hacia una visión común” que se presento en la X Asamblea de Busan -Corea-. Es extraño que ninguna Iglesia de Africa, Asía o América Latina dieron su opinión. En los que respondieron se nota una progresiva unidad muy prometedora. El segundo documento es Iglesia y discernimiento moral, que es una buena reflexión con el fin de adoptar criterios comunes en temas morales, dado que los últimos años se han puesto de manifiesto diferencias y tensiones en temas de bioética , sexualidad, et. Es un inicio de camino prometedor.
Se puso una atención especial al rápido crecimiento de los pentecostales y
carismáticos. Son unos 500 millones por todo el mundo, tienen una gran fuerza
evangelizadora y no acostumbran a ser ecuménicos. El CMI ha apoyado con éxito la plataforma “Foro Cristianos Global” en la que participan el Consejo y la Iglesia Católica, los pentecostales y los evangélicos conservadores. Es un lugar de encuentro y de hablar, pero ya es mucho. La Iglesia Católica colabora muy estrechamente con el CMI a pesar de no pertenecer a dicha organización.

La Declaración de Unidad de la Asamblea abordó el llamado distintivo al amor
cristiano en el mundo actual del siglo XXI. Hace un llamamiento al concepto de “un ecumenismo del corazón” diciendo, en parte: “la búsqueda de una verdadera unidad se funda siempre en el amor; el amor de Dios revelado en Cristo y6 vivido en el Espíritu Santo , un amor que nos mueve a nosotros, y mueve al mundo a la reconciliación y la unidad. En estos tiempos, la visión de la unidad a veces parece menos clara de lo que esperaríamos y más difícil, pero la llamada a la unidad sigue siendo urgente y apremiante. La verdadera meta de Jesucristo y con él todos los cristianos, es alcanzar una comunión visible, una santa unidad.
¿Podemos abrir nuestros corazones para que el amor de Cristo nos mueva de manera que insufle nueva vida en la búsqueda de una comunión plena y visible? ¿Y esta nota de amor, escuchada por primera vez de esta manera en una Asamblea, es la que resonará claramente también al mundo? Estas y otras preguntas las sienten fuertemente las Misioneras de la Unidad en el momento actual del ecumenismo.

Mª José Delgado Merino
Misionera de la Unidad y presente en esta Asamblea,

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